viernes, 2 de julio de 2010

A mi señora Dña Nazaríes.

Atiendo vuestro quejío/ vuestro llanto y vuestro duelo/
Compondré todos mis huesos/ para volver con los vivos/
Que ya está bien de dormir/que duermo desde hace siglos/
Que tengo la espalda rota/ de estar tumbado supino/



He hecho una excepción/ hace días por hastío/
Y paseado me he por la villa en que he nacido/
¡ mas por todos los gañanes/ por todos los peregrinos!
Que la hallé talmente igual que hace al menos ocho siglos!





Sus calles bien empedradas/ las tiendas pendiendo hilos
Los orfebres de la piedra/ picando con mucho tino!
Las rapaces entrenando/ cual hacían desde antiguo











 

Por las calles, saltimbanquis agenciándose el cocido
Si no supiera que muerto/ pensaría que estoy vivo
Pendenciando en las esquinas/ cual solía desde chico..








Ved sino como este hombre que os muestro sopla el vidrio
Tal que hacían en mis tiempos/ lo mismo que con el vino.



Es mucho lo que agradezco, señora de fino pico
El que me hallades llamado/ para dar el paseito.
Que en viendo soplar al hombre, soplar voy al tempranillo!